GRADUADOS PRIMEROS GUÍAS CON DISCAPACIDAD VISUAL EN EL MUSEO NACIONAL, EL OBJETIVO DE ESTE ESPACIO ES QUE CADA VEZ MÁS EL ARTE Y EL PATRIMONIO SEAN ACCESIBLES PARA TODOS

“Siempre me encuentro con gente que se ofrece a ayudarme a pasar la calle, y cuando me preguntan hacía dónde voy y les respondo que al Museo Nacional, se quedan pensativos y viene otra pregunta: ¿a qué voy allí?”, cuenta Jefferson Ramírez, uno de los tres guías en condición de discapacidad visual que acaban de graduarse como monitores académicos en el Museo Nacional de Colombia.

Junto a Jefferson, Lorena Pechemea y Néstor Martínez también hicieron parte de este proceso de formación para ser guías de las exposiciones temporales.

“Estos espacios deben ampliarse, porque podemos tener el deseo de venir al museo, pero si no hay personas que sepan lenguaje de señas y generar actividades de comunicación con la población sorda, pues no voy a venir”, comenta Magda Vargas, otra de las guías, en lenguaje de señas.

El proceso de formación, que duró aproximadamente un año, consistió en un voluntariado en el que no solo servían de guías en las exposiciones, sino que también tenían que estudiar temas como el proceso histórico de los museos y lo que sucede en su interior.

“Eso me permitió pensar y reflexionar frente a cómo puedo articular todo ese conocimiento con la infancia sorda”, explica Vargas.

La formación que recibieron se complementa con las ayudas audiovisuales que tiene el Museo Nacional para las personas en condición de discapacidad, como el sistema Braille, pantallas con lenguaje de señas y subtítulos, teléfonos con audio-descripción y réplicas digitales, entre otras.

El objetivo de este espacio es que cada vez más el arte y nuestro patrimonio sean accesibles para todos.

“La idea de ser incluyentes nos lleva a pensar que necesitamos personas que conozcan a profundidad cómo funcionan las discapacidades; son otras formas de entender el mundo”, explica Alejandro Suárez, encargado de coordinar el programa de voluntariado en el Museo Nacional.

Para el próximo año, Suárez espera que estos programas puedan abrirse de manera más regular y así permitir el acceso de todas las personas en condición de discapacidad.